En un operativo realizado por la Policía Nacional en el departamento del Quindío, Larry Álvarez Núñez, conocido como Larry Changa, uno de los tres fundadores del grupo criminal transnacional el Tren de Aragua, fue capturado este lunes. Changa, buscado por Venezuela y Chile, contaba con una orden de captura internacional emitida por Interpol en 196 países debido a su implicación en delitos de terrorismo, extorsión agravada, secuestro y otros crímenes graves.
El presidente Gustavo Petro confirmó la captura a través de su cuenta en Twitter, resaltando la importancia de este arresto para la seguridad de la región. “Buscado por Venezuela y Chile con orden de captura en 196 países por la Interpol. Así cayó Larry Changa, uno de los tres fundadores del ‘Tren de Aragua’ en Colombia, capturado por la Policía Nacional”, anunció el mandatario.
Larry Changa fue arrestado en la región cafetera de Circasia y trasladado inmediatamente a Bogotá. Su captura marca un hito en la lucha contra el crimen organizado en Colombia y la región.
Larry Changa, de 46 años, se fugó en 2015 del Centro Penitenciario de Aragua en Venezuela, donde cumplía una condena de 17 años por asesinato. Su fuga generó una intensa búsqueda y, en un momento, se le dio por muerto tras un operativo fallido. Sin embargo, en 2018 se descubrió que Changa había estado viviendo en Chile, donde mantenía negocios de fachada para el lavado de activos de la organización criminal.
Durante su tiempo en Chile, las autoridades lo vincularon con dos homicidios, lo que desencadenó una serie de investigaciones y seguimiento de su rastro. En 2022, Changa logró escapar nuevamente antes de ser capturado por la policía chilena, lo que lo llevó a huir a Colombia. Desde entonces, se había iniciado una intensa búsqueda que culminó con su captura en el Quindío.
El Tren de Aragua, fundado por Larry Changa junto a Johan José Romero, alias Yohan Petrica, y Héctor “Niño” Guerrero, es una de las bandas criminales más poderosas de Venezuela, con operaciones en varios países de Latinoamérica. La organización se dedica a una amplia gama de actividades delictivas, incluyendo el narcotráfico, secuestro, extorsión y tráfico de personas, lo que ha convertido su desmantelamiento en una prioridad para las autoridades de la región.
Con la captura de Larry Changa, las fuerzas de seguridad de Colombia y otros países latinoamericanos han dado un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado, enviando un mensaje claro de que ningún criminal está fuera del alcance de la justicia.