En una operación militar desarrollada en la zona rural de Toribío, Cauca, las Fuerzas Militares dieron de baja a alias Fito, uno de los más peligrosos cabecillas de las disidencias de las Farc. Fito, identificado como el segundo al mando de la Columna Móvil Jaime Martínez, fue abatido tras intensos enfrentamientos con la tropa en la tarde del lunes 24 de junio de 2024.
Los combates, que iniciaron alrededor de la 1:00 p.m., fueron parte de una operación que buscaba desmantelar una de las estructuras criminales más peligrosas de la región. Alias Fito era conocido por su rol en la planificación y ejecución de múltiples actos violentos en el norte del Cauca, área donde también tiene presencia el frente Dagoberto Ramos de Estado Mayor Central.
Tras el abatimiento de Fito, hombres armados vestidos de negro llegaron al lugar en motocicletas, impidiendo que las autoridades realizaran el levantamiento del cuerpo. Posteriormente, la zona experimentó hostigamientos contra la fuerza pública, con ataques a helicópteros y aviones que sobrevolaban el área, lo que complicó aún más la situación de orden público.
El Comando Conjunto N.° 2 Suroccidente confirmó los combates a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), destacando que las operaciones están dirigidas a salvaguardar la seguridad y la integridad de la comunidad en esta conflictiva región. En las próximas horas, las Fuerzas Militares proporcionarán detalles adicionales sobre la operación desde Bogotá, subrayando la importancia de esta acción en la lucha contra las disidencias.
Estos eventos se suman a una serie de ataques recientes perpetrados por las disidencias de las Farc, dirigidas por alias Iván Mordisco. El lunes, las fuerzas de seguridad también enfrentaron emboscadas en Cajibío y Ortega, donde, afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales. Sin embargo, el domingo pasado, tres uniformados resultaron heridos en Jamundí, Valle del Cauca, tras un ataque con explosivos lanzados desde drones.
La situación en el Cauca sigue siendo tensa, con continuos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados. Las autoridades locales y las Fuerzas Militares mantienen su compromiso de restaurar el orden y proteger a la población, enfrentándose a los constantes desafíos que plantean las disidencias.