En lo que va del año 2024, las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC han llevado a cabo 20 ataques con drones, una estrategia que ha dejado seis uniformados y cuatro civiles heridos. Ocho de estos ataques se han registrado en el Cauca, una de las regiones más afectadas por la violencia de los grupos armados ilegales.
Desde el 20 de marzo, las Fuerzas Militares han estado en alerta máxima tras una advertencia del general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, sobre el posible aumento de estos ataques. A lo largo del año, se han incautado varios drones y se han interceptado comunicaciones que revelan la capacidad de los disidentes para lanzar explosivos desde el aire utilizando dispositivos comprados fácilmente en línea.
El más reciente ataque ocurrió el 23 de junio, cuando las tropas Búfalo 1 y Antílope 3 del Batallón de Infantería No 8 Batalla Pichincha fueron atacadas con artefactos explosivos lanzados desde drones, resultando en tres soldados heridos. Otro incidente significativo se registró en El Plateado, Cauca, donde tres explosivos lanzados por drones dejaron cuatro mujeres heridas y causaron daños en viviendas.

El general Giraldo denunció estos ataques como una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario y anunció la adquisición de inhibidores de señal para detectar y destruir estos drones armados. Las Fuerzas Militares también están desarrollando protocolos junto a expertos en aeronaves no tripuladas, aviación y antiexplosivos para prevenir futuras acciones terroristas.
El uso de drones por parte de los grupos armados ilegales en Colombia, inspirado en tácticas observadas en conflictos internacionales como el de Rusia y Ucrania, representa un desafío creciente para la seguridad nacional. Las autoridades continúan trabajando para mitigar esta amenaza y proteger a la población civil y a las fuerzas de seguridad del país.