Laura Sarabia, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) y figura clave en el gobierno de Gustavo Petro, ha respondido públicamente a las acusaciones que la vinculan a una red de tráfico de influencias, en la que también estaría involucrado su hermano, Andrés Felipe Sarabia. Este escándalo ha generado gran controversia y cuestionamientos sobre la integridad de la administración actual.
En un mensaje publicado en la red social X, Sarabia defendió su integridad y transparencia, rechazando las acusaciones de tráfico de influencias y de actuar en beneficio propio y de su hermano. “Mi trabajo honesto es la respuesta a las canalladas que circulan en cadenas de WhatsApp. Empresarios y gremios saben que no tengo intermediarios y deben saber que no se pueden aceptar ofensas en público y disculpas en privado. Contra la mala fe de ciertos opinadores no hay defensa. Han agotado la infamia”, expresó en su mensaje.
La controversia se intensificó tras una serie de publicaciones periodísticas que señalaron un cambio drástico en la vida de Andrés Felipe Sarabia, quien pasó de ser un empleado del Congreso a un supuesto lobbista con propiedades de lujo y viajes en aviones privados. Estas acusaciones sugieren que la firma ALA Consulting S.A.S., fundada por Laura, su hermano y su excompañero sentimental Andrés Parra, podría estar operando como fachada para actividades de lobby y tráfico de influencias.
Ante estas acusaciones, Laura Sarabia aclaró en otro mensaje que había renunciado a cualquier participación en la empresa antes de asumir su cargo en el gobierno el año pasado. Su hermano Andrés también negó las acusaciones, afirmando que solo se dedica a asesorar al sector privado y que no ha realizado gestiones ante entidades o funcionarios del Gobierno.
A pesar de las negaciones, las sospechas persisten. Andrés Sarabia no ha dado explicaciones sobre su repentino cambio de estilo de vida, lo cual ha alimentado las sospechas sobre posibles actividades ilícitas. Además, una cadena de WhatsApp sugiere que Andrés y Jaime Ramírez Cobo, otro funcionario cercano al presidente, podrían estar involucrados en una red ilegal de contratación pública y sobornos a congresistas.
En su defensa, Laura Sarabia fue enfática: “Respondo por MIS actos y no duden que daré respuesta a preguntas auspiciadas, entre bambalinas, por quienes defienden oscuros y corruptos intereses. Sé que soy un obstáculo que necesitan remover”, concluyó. La situación sigue en desarrollo, con la opinión pública y las autoridades pendientes de nuevos avances en este caso que podría tener serias implicaciones para el gobierno de Petro.
