EPS Sura presentó una solicitud ante la Superintendencia Nacional de Salud para su desmonte progresivo, afectando a 5,42 millones de afiliados, la mayoría en Antioquia. La medida, impulsada por los graves problemas financieros que enfrenta la entidad, pone de relieve las tensiones en el sector y plantea serias preguntas sobre el futuro de la atención médica en el país.
La crisis de EPS Sura: entre cifras alarmantes y decisiones críticas
Juana Francisca Llano Cadavid, presidenta de Suramericana, explicó que los problemas financieros de EPS Sura se han acumulado al punto de que la entidad ya no cuenta con patrimonio propio. Las reservas técnicas, que suman aproximadamente 2 billones de pesos, son lo único que les permite garantizar el pago de sus deudas actuales. Esta situación ha obligado a EPS Sura a solicitar el desmonte progresivo para evitar un colapso inminente.
Un sistema de salud al borde del abismo
Llano Cadavid destacó que el sistema de salud colombiano enfrenta desafíos estructurales significativos. «Tenemos un sistema de salud que ofrece coberturas ilimitadas con recursos limitados», comentó, subrayando que el envejecimiento de la población y el aumento en el consumo de servicios de salud han exacerbado la situación. En los últimos dos años, la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) ha sido un golpe duro para EPS Sura, que vio consolidar sus pérdidas en 2023.

El desmonte progresivo: una salida ordenada o una intervención inevitable
El plan de desmonte progresivo presentado por EPS Sura tiene un plazo legal de 65 días para ser aprobado por la Superintendencia Nacional de Salud. Si este plan no es aceptado, la entidad se enfrentaría a una intervención forzosa. Llano Cadavid insiste en que la propuesta de desmonte es la opción más responsable, permitiendo a EPS Sura cumplir con sus obligaciones y garantizar una transición ordenada para sus afiliados.
El impacto en los afiliados y el sistema de salud
El retiro de EPS Sura no solo afecta a sus afiliados, sino también a la red de prestadores y proveedores que dependen de la entidad. Con reservas técnicas de 2 billones de pesos, EPS Sura asegura que podrá cumplir con sus compromisos financieros durante el proceso de desmonte. Sin embargo, la incertidumbre sobre quién asumirá la cobertura de estos millones de afiliados sigue siendo una preocupación mayor.
Este colapso representa una crisis significativa en el sistema de salud colombiano, destacando la urgente necesidad de reformas estructurales que puedan sostener la creciente demanda y garantizar la estabilidad financiera de las entidades de salud.