En una conmovedora historia que parece sacada de un cuento de amor, María Georgina Muñoz y Daniel Hernández Zapata, una pareja que compartió 65 años de matrimonio, fallecieron el mismo día y a la misma hora en lugares diferentes. Este hecho extraordinario ha tocado los corazones de la comunidad de Turbo, en el Urabá antioqueño, y más allá.
María Georgina y Daniel, ambos en sus 80 años, vivían en Turbo, donde formaron una gran familia con ocho hijos, varios nietos y bisnietos. Su amor y unión eran conocidos por todos, y compartían casi todas las horas del día juntos. La semana pasada, sin embargo, la pareja se vio obligada a separarse cuando María Georgina viajó a Medellín para someterse a una cirugía de hernia.
La situación médica de María Georgina se complicó el viernes 24 de mayo debido a una infección. Fue trasladada de emergencia a un hospital en Rionegro, donde, a pesar de los esfuerzos médicos, sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció a los 85 años.
Mientras tanto, en Turbo, Daniel, de 88 años, también enfrentaba su propio desafío de salud. Esa misma tarde, sufrió un ataque cardíaco y fue llevado a un hospital en Apartadó. A pesar de los intentos por salvarlo, Daniel falleció exactamente a la misma hora que su esposa en Rionegro.

El reencuentro final de la pareja ocurrió el domingo 26 de mayo, cuando sus cuerpos fueron velados juntos en su hogar en Turbo. Familiares, amigos y conocidos se reunieron para rendir homenaje a esta pareja cuyo amor eterno trascendió incluso en la muerte. En una ceremonia emotiva, María Georgina y Daniel fueron enterrados juntos, cumpliendo la promesa de amor que los unió por más de seis décadas.
La historia de María Georgina Muñoz y Daniel Hernández Zapata no solo es un testimonio del amor verdadero, sino también un recordatorio de la conexión profunda que puede existir entre dos personas. Su fallecimiento simultáneo ha dejado una marca indeleble en la comunidad y sirve como inspiración para todos aquellos que creen en el poder del amor eterno.