El expresidente Juan Manuel Santos ha descalificado enérgicamente la propuesta del actual presidente Gustavo Petro de convocar una asamblea constituyente utilizando como base el acuerdo de paz firmado con las Farc. Santos, quien fue el artífice de dicho acuerdo durante su mandato, calificó esta idea como «un absurdo» y subrayó que tal posibilidad fue una línea roja durante las negociaciones.
En un video publicado en Instagram, Santos afirmó: «Usar el acuerdo de paz con las Farc para convocar a una Constituyente es un absurdo, esa fue precisamente una de las líneas rojas que mantuvimos en la negociación». El exmandatario añadió que la teoría de que el acuerdo es un acuerdo especial que puede ser modificado por las partes contratantes carece de fundamento jurídico, ya que los acuerdos especiales presuponen que el conflicto entre las partes continúa, lo cual no es el caso del acuerdo firmado con las Farc.
Santos también puntualizó que una Asamblea Constituyente solo puede convocarse utilizando los procedimientos establecidos en la Constitución. «Cualquier intento de hacerlo por otra vía se enfrentaría con el poder Legislativo, con el poder Judicial, con las Fuerzas Armadas y con la gran mayoría de los colombianos», advirtió.

El presidente Petro, en un evento público en Popayán, había defendido la idea de que el acuerdo de paz habilita una asamblea constituyente, afirmando que el documento es del pueblo y tiene una legitimidad que trasciende la Constitución. Esta afirmación ha generado un intenso debate político en el país.
El senador Humberto de la Calle, quien fue el jefe negociador del gobierno de Santos en el proceso de paz, también desmintió la propuesta de Petro. De la Calle afirmó que en el acuerdo de paz no se pactó una Constituyente y que la tesis del presidente es «absolutamente equivocada». Según De la Calle, utilizar el acuerdo de paz como base para convocar a una Constituyente no solo es incorrecto, sino que ignora los mecanismos legales y constitucionales vigentes.
La controversia en torno a la propuesta de Petro refleja las profundas divisiones políticas sobre el camino a seguir para la implementación del acuerdo de paz. Mientras Santos y sus aliados insisten en seguir los procedimientos constitucionales, Petro aboga por una vía que, según sus críticos, podría desestabilizar las instituciones democráticas del país.