En un encuentro celebrado en Pereira, gobernadores y alcaldes de las ciudades capitales de Colombia solicitaron al gobierno del presidente Gustavo Petro que suspenda de inmediato el cese al fuego actual con diversos grupos guerrilleros y de crimen organizado. Argumentan que esta medida ha permitido el fortalecimiento de dichas organizaciones en varias regiones del país, afectando la seguridad y el orden público.
Los líderes regionales expresaron su preocupación por el incremento de las actividades ilegales y la violencia, subrayando que la suspensión de operaciones militares ha facilitado la expansión territorial de grupos como el ELN, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo, entre otros. Estos hechos, según ellos, han resultado en la instrumentalización de comunidades y el aumento de las economías ilícitas.
Además, los mandatarios locales y regionales exigieron al Gobierno Nacional fortalecer las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas y solicitaron participación activa en los procesos de paz en curso. Argumentan que las entidades territoriales son cruciales para construir una paz duradera que garantice la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Los gobernantes también hicieron un llamado a los grupos armados organizados para que demuestren su voluntad de paz, abandonando las acciones violentas contra la población civil. Estas peticiones se presentan en un contexto donde el cese al fuego es una pieza central de la política de paz total del presidente Petro, aunque actualmente se enfrenta a críticas y desafíos significativos.