El presidente Gustavo Petro anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel en un discurso cargado de emotividad y firmeza durante las celebraciones del Día del Trabajo, el pasado 1 de mayo, en la Plaza de Bolívar. Esta medida radical, que busca responder al llamado global por la justicia y la paz, se fundamenta en lo que Petro describe como la necesidad de evitar “el genocidio y exterminio de un pueblo entero ante nuestros ojos”. El mandatario enfatizó su apoyo incondicional hacia Palestina, declarando que “si muere Palestina, muere la humanidad”.
El corte de relaciones no surgió de manera aislada o repentina. Fuentes indican que, previo al anuncio, el gobierno de Petro ya había iniciado conversaciones con otras naciones para reemplazar los acuerdos de cooperación y asistencia que tradicionalmente mantenía con Israel, particularmente en áreas como seguridad y tecnología militar, explorando nuevos vínculos con Arabia Saudita y China. Este cambio en la política exterior colombiana busca fortalecer el apoyo a la creación de un estado palestino libre e independiente, propuesta que Petro ha defendido desde su posición en la ONU y en encuentros diplomáticos.
Las repercusiones de esta decisión son vastas y varían desde elogios por su valentía hasta críticas por las potenciales repercusiones geopolíticas y económicas. En su discurso, Petro reafirmó su compromiso con los derechos humanos y la justicia global, instando a la comunidad internacional a no ser indiferentes ante la crisis humanitaria que se vive en territorios palestinos. Aprovechó la ocasión para recordar su propuesta de conferencias internacionales de paz para abordar no solo la situación en Palestina, sino también otros conflictos globales, como la ocupación rusa de Ucrania.
Este anuncio coincide con el inicio del mes sagrado del Ramadán, durante el cual el Gobierno colombiano ha llamado a un alto al fuego que permita el acceso humanitario y la protección de los civiles en la Franja de Gaza. La esperanza del presidente Petro es que estas medidas, junto con la mediación de Egipto y Qatar, conduzcan a un cese al fuego sostenible y a una solución pacífica a largo plazo.
