En el comienzo del 2024, la economía colombiana enfrenta desafíos significativos marcados por la inflación y los efectos del fenómeno de El Niño, impactando negativamente en diversos sectores empresariales. Según una encuesta reciente del Banco de la República, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) entre enero y marzo se estima apenas en un 0.2%, una cifra que refleja la tensa situación económica que atraviesa el país.
Los empresarios y gremios consultados han proporcionado una «radiografía» del primer trimestre, revelando que, mientras algunas actividades primarias como la agricultura y la extracción de minerales mostraron un crecimiento sorprendente del 7.8%, sectores clave como la industria y el comercio experimentaron una contracción. Específicamente, la producción industrial cayó un 2.2% y el comercio vio una reducción en sus ventas del 1.8%, continuando una tendencia de desaceleración que comenzó a mediados del año anterior.
Además, el sector de vehículos automotores sigue siendo uno de los más afectados, mostrando una disminución del 13.6% en nuevas matrículas. A pesar de estos retos, el segmento de vehículos híbridos y eléctricos ha visto un incremento, señalando un cambio gradual hacia nuevas tecnologías en el mercado colombiano.

Los empresarios también expresaron preocupación por problemas adicionales como la inseguridad y el deterioro de la cartera de créditos, que complican aún más el panorama. El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, destacó que la situación actual afecta tanto la generación de empleo como el recaudo tributario, especialmente el IVA, con una caída notable en los primeros dos meses del año.
Ante este contexto, es evidente que el gobierno y los sectores económicos deben encontrar estrategias efectivas para enfrentar estos desafíos y apoyar la recuperación de las actividades más golpeadas por la situación económica actual.