En un giro decisivo, la Universidad del Rosario ha anunciado la destitución de Alejandro Cheyne como rector de la institución, una medida efectiva a partir de hoy, tomada por la Consiliatura en respuesta a las intensas presiones de estudiantes, profesores, egresados y exrectores. La creciente preocupación por la gestión del rector ha culminado en su salida forzada, marcando un momento crítico en la historia de una de las universidades más prestigiosas de Colombia.
La crisis se desató tras acusaciones de manejo financiero irresponsable, incluyendo un endeudamiento excesivo y el uso inadecuado de los recursos de la universidad, que provocaron una amplia movilización dentro de la comunidad universitaria. Estudiantes y profesores se han manifestado en repetidas ocasiones, destacando problemas como la interrupción de proyectos clave como la Torre 3 y los laboratorios de Mutis, y una general falta de transparencia en las decisiones administrativas.
La situación alcanzó un punto de inflexión el pasado viernes 12 de abril, cuando se llevó a cabo una asamblea estudiantil que expresó de forma contundente la pérdida de confianza en la capacidad de Cheyne para liderar. Esta asamblea fue solo una parte de un conjunto de acciones que incluyeron la publicación de varios comunicados por parte del cuerpo docente, particularmente de las facultades de Jurisprudencia y Ciencias Humanas, quienes demandaban la renuncia inmediata del rector.
El análisis financiero realizado por 16 profesores de la facultad de Economía reveló una realidad alarmante: la universidad enfrenta una grave falta de liquidez, con un alto nivel de endeudamiento y compromisos financieros que superan su capacidad de pago. Esta situación precaria ha llevado a medidas extremas como despidos y recortes en servicios esenciales, lo que solo ha agravado el descontento general.
En respuesta a esta creciente presión, y tras reuniones con exrectores y otros miembros influyentes de la comunidad universitaria, la Consiliatura tomó la decisión de desvincular a Cheyne, apuntando a un nuevo proceso de elección para restaurar la estabilidad y la confianza en la gobernabilidad de la institución. Gustavo Adolfo Quintero, actual vicerrector, asumirá el cargo de rector interino con la tarea de guiar a la universidad en este periodo de transición crítica.