El intento del Gobierno de Gustavo Petro por reformar el sistema de salud colombiano sufrió un duro golpe este miércoles, cuando la Comisión Séptima del Senado rechazó el proyecto de ley que buscaba transformar profundamente el sector. Casi simultáneamente, se anunciaron medidas drásticas como la intervención de la Nueva EPS y la toma de control de la EPS Sanitas, afectando directamente a casi 24 millones de afiliados. Esta serie de acciones ha levantado sospechas sobre una posible estrategia del Ejecutivo para implementar cambios en el sistema de salud «a la fuerza», tras el revés legislativo.
En una declaración pública, el presidente Petro no ocultó su decepción ante el resultado en el Senado, insinuando que el camino hacia la reforma, que podría haber sido pacífico y concertado, ahora se enfrenta a un escenario más abrupto y contencioso. «Ahora nos toca resolverlo. Lo que pudo ser una concertación tranquila y ordenada en una transición, ahora es de golpe», manifestó el mandatario, dejando entrever la tensión que este tema ha generado dentro de su administración.
Por su parte, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, quien ha sido un firme defensor de la reforma, intentó sin éxito persuadir a los miembros de la Comisión Séptima del Senado. Tras el fracaso, Jaramillo expresó en conferencia de prensa la determinación del Gobierno de seguir adelante con sus planes de reforma, utilizando «todos los mecanismos necesarios» para superar la crisis en el sistema de salud. El ministro recalcó la grave situación estructural que, según él, aqueja al sector, criticando la postura del Legislativo y recordando las liquidaciones de EPS durante el gobierno anterior como ejemplo de la necesidad urgente de cambio.
La estrategia del Gobierno, según Jaramillo, no se limita a la intervención de EPS en dificultades sino que incluye un esfuerzo continuo y decidido por convencer al Congreso y a la ciudadanía de la importancia de una reforma integral. «Seguimos y seguiremos insistiendo ante el Congreso de la República hoy, mañana y pasado mañana de que hay que hacer una reforma», afirmó, enfatizando el compromiso del Ejecutivo con la mejora del acceso y la calidad del servicio de salud para todos los colombianos.
Este episodio marca un momento crítico en la gestión de Petro, poniendo a prueba su capacidad para llevar adelante una de sus promesas clave de campaña en medio de un complejo escenario político. La insistencia del Gobierno en transformar el sistema de salud, incluso frente a la oposición legislativa y las críticas de diversos sectores, refleja la prioridad que este tema tiene dentro de su agenda. Sin embargo, queda por ver cómo se desarrollarán estas nuevas estrategias y si finalmente lograrán superar los obstáculos que hasta ahora han impedido la realización de esta ambiciosa reforma.