La cooperación internacional entre Colombia y Estados Unidos se intensifica en la búsqueda de Timothy Alan Livingston, un ciudadano estadounidense de 36 años acusado de abusar de dos niñas en un hotel de El Poblado, Medellín. El caso, que ha conmocionado a la comunidad tanto local como internacionalmente, ha desatado una operación de búsqueda y captura sin precedentes para asegurar que Livingston enfrente la justicia. Tras ser detenido brevemente por las autoridades colombianas, Livingston logró huir a su país de origen, estableciéndose en Fort Lauderdale, desencadenando una alerta internacional para su localización y extradición.
El escándalo, que salió a la luz a finales de marzo, reveló que Livingston había intentado en dos ocasiones ingresar con menores de edad al hotel Gotham en El Poblado, un hecho que fue frustrado por el personal de seguridad del hotel cumpliendo con los protocolos establecidos. Sin embargo, una vez liberado por falta de flagrancia, el acusado se apresuró a abandonar Colombia, lo que ha llevado a un esfuerzo coordinado entre las autoridades de ambos países para rastrearlo y asegurar su captura.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha sido vocal sobre el caso, prometiendo que Livingston «pagará aquí o allá» por sus acciones. La Fiscalía de Medellín, bajo la dirección de Yiri Milena Amado, ha confirmado que ya se han reunido evidencias suficientes para soportar un proceso judicial contra Livingston, y se está trabajando estrechamente con las autoridades estadounidenses para facilitar su extradición. Este esfuerzo conjunto refleja la seriedad con la que ambos países tratan los delitos contra menores y su compromiso de no dejar impune tal conducta.
Mientras tanto, las víctimas, dos niñas de 12 y 13 años, están recibiendo protección y asistencia de organizaciones dedicadas al bienestar de menores, reflejando la preocupación por su salud y recuperación después de este traumático evento. Este caso no solo ha resaltado la necesidad de una vigilancia más estricta en los puntos de entrada y salida del país, sino también la importancia de la colaboración internacional en la lucha contra el abuso de menores. Las autoridades colombianas y estadounidenses permanecen en alerta, comprometidas con asegurar que se haga justicia.