La reforma a la salud propuesta por el gobierno de Gustavo Petro afronta un momento crítico en el Congreso de la República. A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo, la Comisión Séptima del Senado muestra una clara inclinación hacia el archivo del proyecto. Con nueve de los catorce senadores manifestando su intención de votar por el hundimiento de la iniciativa, el panorama parece desalentador para uno de los pilares legislativos del actual gobierno. Entre los detractores se encuentran representantes de diversas bancadas, evidenciando un rechazo transversal a la propuesta gubernamental.
En un intento por revertir la situación, la Casa de Nariño despliega una estrategia durante la Semana Santa, buscando dialogar con los senadores opositores. No obstante, la ponencia alternativa presentada por el senador Fabián Díaz, que pretende suavizar algunas aristas de la reforma original, no ha logrado convencer a la mayoría. Según los críticos, esta propuesta mantiene en esencia el modelo planteado por el gobierno, lo cual sigue siendo inaceptable para ellos.
El gobierno enfrenta así un desafío mayúsculo, no solo por la posible derrota de una reforma clave sino por lo que esto representaría para la imagen de gestión y capacidad de negociación del presidente Petro. La decisión de archivar la reforma podría interpretarse como un fracaso en lograr los consensos necesarios para avanzar en cambios estructurales en sectores críticos para el país. La oposición, por su parte, se mantiene firme en su postura, argumentando que la reforma propuesta no soluciona los problemas de fondo del sistema de salud colombiano.
A medida que se acerca la fecha de la próxima sesión de la Comisión Séptima, el 2 de abril, todas las miradas están puestas en el desarrollo de esta estrategia de última hora del gobierno. La senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico, tendrá la palabra final sobre la agenda del día, determinando si la reforma tendrá una oportunidad de ser debatida o si, por el contrario, el proyecto se enfrentará a un punto de no retorno. La coyuntura actual pone de manifiesto la complejidad del proceso legislativo y la importancia del diálogo y la construcción de consensos en la política colombiana.