Tras más de un año en prisión, el caso de Dani Alves ha tomado un nuevo giro con la noticia de su próxima liberación provisional, después de haber reunido la cuantiosa fianza de un millón de euros requerida por la Audiencia Provicional de Barcelona. La incógnita sobre el origen de estos fondos ha sido objeto de especulación y controversia, especialmente después de que se descartara la participación del padre de Neymar Jr. como financiador, un rol que había asumido en el pasado para una indemnización al futbolista.
La clave de la solución financiera de Alves parece residir en su patrimonio inmobiliario: una mansión de 5 millones de euros ubicada en una de las áreas más exclusivas de Barcelona. Adquirida durante su época dorada en el FC Barcelona en 2010, la propiedad, de la cual es copropietario junto a su ex esposa Dinorah Santa Ana, ha sido presentada como garantía para la fianza. Este método de fianza, menos conocido pero permitido por la ley española, permite a los acusados utilizar bienes inmuebles como aval en ausencia de liquidez monetaria.
La descripción de la mansión es de un lujo excepcional, con 655 metros cuadrados de construcción, incluyendo 543 metros habitables, decorados con un estilo modernista que privilegia los espacios abiertos, los techos altos y una paleta de colores basada en blancos y marrones. Además de contar con un amplio jardín y piscina, la residencia dispone de un dormitorio principal con un espacioso ropero y una cocina con isla central, entre otras lujosas comodidades.
Sin embargo, la situación económica de Alves parece contrastar marcadamente con el valor de su mansión. Inés Guardiola, abogada del jugador, ha señalado durante el juicio que Alves enfrenta una «ahogada situación económica», complicada por la pérdida de contratos de patrocinio, su salida del club mexicano Pumas y embargos en Brasil relacionados con disputas judiciales. Este contraste entre su valor neto estimado y sus actuales dificultades financieras pone de relieve las complejidades que Alves enfrenta más allá del terreno de juego, evidenciando un capítulo difícil en la vida de uno de los futbolistas más destacados de su generación.
