En un acontecimiento sin precedentes para la política estadounidense, dos políticos de raíces colombianas, Bernie Moreno y Rubén Gallego, se encuentran en la contienda por un escaño en el Senado de los Estados Unidos, representando a Ohio y Arizona respectivamente. Lo notable de esta situación no es solo su origen común, sino cómo sus caminos divergentes reflejan la diversidad de pensamiento y experiencia dentro de la comunidad colombiana en Estados Unidos.
Bernie Moreno, quien ha obtenido el apoyo del expresidente Donald Trump, es un migrante colombiano que ha forjado un camino impresionante en el ámbito empresarial antes de lanzarse al ruedo político. Representando al Partido Republicano, su historia es la de un triunfador que, desde joven, se embarcó en el sueño americano para eventualmente convertirse en un referente dentro del sector automotriz de lujo y la tecnología blockchain. Su candidatura es vista como la de un outsider que promete llevar al Senado una perspectiva fresca y empresarial, enfocada en la construcción de comunidades y la promoción de la prosperidad económica.
Por otro lado, Rubén Gallego, del Partido Demócrata, personifica el relato de superación personal y dedicación al servicio público. Hijo de una madre colombiana y un padre mexicano, Gallego creció en un entorno de desafíos económicos, trabajando en diversos empleos para apoyar a su familia y financiar sus estudios en Harvard. Su experiencia como veterano de la guerra de Irak ha dejado una huella indeleble en su visión del mundo y su compromiso con los veteranos y las familias trabajadoras de Arizona. Como representante a la Cámara y miembro prominente del Comité de Servicios Armados, Gallego ha defendido políticas que promueven la seguridad y el bienestar de los estadounidenses.
La posibilidad de que ambos candidatos, cada uno por su partido, lleguen al Senado de Estados Unidos subraya la creciente influencia de los latinos y, específicamente, de los colombianos en la política estadounidense. Sus campañas, aunque diferentes en ideología, comparten la esencia de la experiencia migratoria: la búsqueda de oportunidades, el valor del trabajo duro y el deseo de contribuir a la sociedad de su país adoptivo.
Mientras Moreno y Gallego avanzan hacia las elecciones de noviembre, representan no solo a sus respectivos partidos, sino también a una comunidad diversa que cada vez tiene mayor presencia y voz en el escenario político de Estados Unidos. Sus historias personales y trayectorias políticas ofrecen una rica narrativa sobre la contribución de los inmigrantes al tejido social y político de Estados Unidos, recordando que en la diversidad está la fuerza de una nación.