Desde Apartadó, Antioquia, el presidente Gustavo Petro ha lanzado un llamado hacia la transformación nacional a través de la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente, desatando un intenso debate a lo largo del país. En un reciente evento, el mandatario identificó a esta región, históricamente afectada por el paramilitarismo, como el punto de partida para este ambicioso proyecto de cambio. Petro sostiene que el objetivo fundamental es garantizar la presencia estatal en territorios marginados, asegurando servicios básicos como el acueducto y la salud, además de fomentar el desarrollo local.
El presidente colombiano enfatizó en la necesidad de reinterpretar la historia de violencia y alianzas entre ciertos sectores empresariales y grupos paramilitares en la región, proponiendo un proceso constituyente como medio para superar estas divisiones. Esta iniciativa, según Petro, ya está en marcha, simbolizada en las reuniones actuales que buscan no solo revisar el pasado sino trazar caminos hacia una solución conjunta.
Además, Petro aprovechó la ocasión para clarificar el propósito detrás de su propuesta constituyente, reiterando que no busca alterar la Constitución de 1991 con el fin de permanecer en el poder. Por el contrario, argumenta que tras más de tres décadas desde la aprobación de la actual carta magna, ciertos problemas cruciales que frenan el progreso social y económico de Colombia aún no han sido resueltos, y es aquí donde el pueblo debe jugar un rol decisivo.
La controversia que rodea a esta propuesta ha impulsado al presidente a detallar varios puntos clave de su visión para la Asamblea Constituyente. Entre estos se encuentran el cumplimiento del Acuerdo de Paz, garantizar condiciones básicas de existencia para toda la población, recuperar los objetivos de reforma agraria y educación pública de la Constitución de 1991, constitucionalizar la lucha contra el cambio climático, y reformar la justicia hacia un enfoque de verdad y reconciliación. La iniciativa ha convocado a la ciudadanía a organizarse y movilizarse para decidir el futuro de Colombia, marcando un antes y un después en la historia política del país.