El presidente Gustavo Petro, desde Montería, respondió a las preocupaciones expresadas por Iván Name, presidente del Senado, sobre la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente y las implicaciones de seguridad que podría tener. En un reciente discurso, Name había alertado sobre el «ruido de sables» y enfatizó que «las armas de nuestras fuerzas son de la Nación, no de un gobierno», insinuando preocupación por un posible uso indebido del poder militar en el contexto político actual.
Petro, claramente, rechazó estas implicaciones, asegurando que «las armas de la nación no van a apuntar al Congreso» y reafirmando su compromiso con la democracia. El mandatario subrayó que las fuerzas armadas están al servicio de la nación y su pueblo, y no de un gobierno en particular, ni mucho menos para ser usadas en disputas políticas internas.
«Yo soy un demócrata», declaró Petro, quien actualmente ostenta el cargo de comandante en jefe de las fuerzas armadas por su posición como presidente. Su declaración busca aplacar las preocupaciones sobre un posible conflicto entre las ramas del gobierno, enfatizando que su administración busca el diálogo y la cooperación, no la confrontación.
Esta interacción entre el presidente del Senado y el presidente de la República resalta las tensiones existentes en torno a la propuesta de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, una iniciativa que Petro considera necesaria para abordar reformas estructurales en el país. Sin embargo, la oposición y críticas no se han hecho esperar, especialmente en lo que respecta a los métodos propuestos para su convocatoria y las implicaciones que podría tener para la democracia colombiana.
Petro, además, reiteró que el Congreso, al igual que el presidente y el poder judicial, son poderes constituidos y, como tales, están subordinados al poder constituyente del pueblo, según establece la Constitución de 1991. La discusión sobre una constituyente sigue generando debate en el país, con el presidente asegurando que no busca la reelección a través de este mecanismo, sino abordar temas urgentes como la implementación efectiva del Acuerdo de Paz, reformas en salud, agraria, judicial, pensional y diálogos por la paz.