En un giro inesperado, el ministro de Transporte, William Camargo, ha emitido una respuesta contundente al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, rechazando enfáticamente la solicitud de cesión de obras viales nacionales al departamento. Este revés gubernamental llega tras intensas negociaciones y una serie de peticiones del mandatario regional al presidente Petro.
Camargo, en una carta dirigida al gobernador, desglosó las inversiones significativas que la Nación ha realizado en infraestructura vial en Antioquia. Destacó que el tramo 2 de las obras del Túnel del Toyo, a cargo del Invías, cuenta con un aporte del Gobierno nacional de $1,34 billones, junto con una inversión adicional de $516.345 millones en equipos electromecánicos necesarios para su funcionamiento.
Además, el ministro reveló un panorama detallado de la inversión total del Gobierno Nacional en el proyecto, ascendiendo a $1,1 billones durante el mandato del presidente Gustavo Petro. Estas cifras contrastan con las demandas del gobernador, subrayando la magnitud de los recursos ya comprometidos por el gobierno central.

No obstante, la negativa del ministro no se limitó a la cesión de obras, sino que abarcó el financiamiento necesario para la conclusión de proyectos pendientes. Camargo enfatizó la necesidad de encontrar alternativas para obtener los $765.000 millones requeridos para finalizar el tramo a cargo de la Gobernación de Antioquia y los $550.000 millones para el tramo del Invías.
En medio de esta polémica, el ministro también adelantó planes futuros para el desarrollo de proyectos viales en el departamento, priorizados según los dictámenes de equidad y justicia social del Gobierno Nacional. Esta declaración podría tener implicaciones significativas en el panorama político y económico de Antioquia, generando interrogantes sobre el futuro de la infraestructura en la región.
A pesar de la respuesta contundente del Ministerio de Transporte, aún queda por conocer la reacción del gobernador Rendón ante esta decisión. Con esta negativa gubernamental, se abre un nuevo capítulo en la disputa por el control de las obras viales en Antioquia, dejando en vilo el destino de importantes proyectos de infraestructura en la región.