La comunidad docente de Colombia se encuentra en estado de alerta ante la propuesta del Gobierno de Gustavo Petro para reformar el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag), un régimen especial de salud que ha beneficiado a los maestros durante los últimos 35 años. La propuesta, presentada por el Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sugiere un cambio significativo en el sistema de salud que atiende a los educadores, con los contratos actuales próximos a vencer el 30 de abril.
Este sistema especial, que opera con operadores exclusivos y sin copagos, ha sido una fortaleza para los docentes desde su establecimiento en 1989, ofreciéndoles una atención de calidad superior en comparación con los usuarios regulares de las EPS. Sin embargo, la iniciativa de reforma ha encendido las alarmas entre los educadores, quienes temen perder los beneficios y la calidad de atención que han disfrutado hasta ahora.
La Federación Colombiana de Educadores (Fecode) se ha declarado en estado de alerta desde octubre de 2023, anticipando la posibilidad de un paro en respuesta a los cambios propuestos. A pesar de las negociaciones entre el Ministerio de Salud, la Fiduprevisora, los líderes de Fecode y el Consejo Directivo del Fomag, persiste una fuerte reticencia al cambio entre los maestros de base, quienes deberán tomar la decisión final en asambleas tanto en ciudades como en zonas rurales.
Entre las preocupaciones expresadas por los docentes se encuentra la continuidad de la Fiduprevisora en la administración de los recursos, a pesar de las quejas previas sobre posibles irregularidades. Además, existe incertidumbre sobre si la atención exclusiva y preferencial que actualmente disfrutan los maestros se mantendrá bajo el nuevo modelo propuesto, que promete aumentar el número de proveedores de servicios de 3.000 a 11.000.
El Gobierno busca eliminar la intermediación en el sistema de salud de los maestros, alineándose con el objetivo general de la reforma a la salud que se debate en el Congreso. Sin embargo, los docentes temen quedar desprotegidos durante la transición entre sistemas y perder la exclusividad en la atención que consideran un derecho ganado a través de luchas históricas.
La decisión sobre la aceptación del nuevo sistema de salud recae en los maestros de base, quienes definirán su postura en futuras asambleas. Mientras tanto, la propuesta del Gobierno Petro sigue generando debate y preocupación entre los educadores, quienes están dispuestos a defender su régimen especial de salud frente a cualquier intento de modificación.