En un paso significativo hacia la regulación de los vapeadores y cigarrillos electrónicos, la Cámara de Representantes de Colombia aprobó el miércoles, 6 de marzo de 2024, en cuarto y último debate, el proyecto de ley que busca controlar el uso de estos dispositivos en el país. Esta decisión llega tras varios intentos fallidos y marca un hito en la lucha contra los riesgos para la salud asociados al vapeo.
La nueva regulación abarca los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (Sean), los Sistemas Similares Sin Nicotina (Sssn) y los Productos de Tabaco Calentado (PTC). Con 1,1 millones de colombianos reportando haber consumido alguna vez en la vida cigarrillos electrónicos o vapeadores, la medida se presenta como una respuesta necesaria a una creciente preocupación de salud pública.
La senadora Norma Hurtado, una de las impulsoras de la iniciativa, destacó el logro de modernizar el marco normativo para incluir dispositivos que representan un riesgo para la salud, especialmente para niños, niñas y jóvenes. La prevalencia más alta del consumo de estos productos se encuentra entre los jóvenes de 18 a 24 años, seguidos por niños y adolescentes de 12 a 17 años, lo que subraya la urgencia de esta regulación.
La ley propone controles similares a los aplicados al cigarrillo convencional, incluyendo restricciones a la publicidad y el consumo en ciertos espacios, con el objetivo de proteger especialmente a la población más joven. Además, se contempla la implementación de impuestos a los vapeadores, que actualmente no están sujetos a este tipo de gravámenes en Colombia.
La representante Carolina Giraldo, quien también ha presentado un proyecto de ley para gravar con impuestos a los vapeadores, celebró este avance legislativo. Giraldo enfatizó en los riesgos que estos dispositivos representan para la salud, especialmente debido a los sabores atractivos para los jóvenes, que pueden conducir a un consumo excesivo sin plena conciencia de las consecuencias.
Este marco regulatorio llega en un momento crítico, tras un estudio liderado por la Universidad Industrial de Santander (UIS) que reveló 59 muertes y 245 casos de enfermedades «asociadas» al vapeo entre 2020 y 2022 en Colombia. Estos hallazgos han encendido las alarmas sobre los efectos nocivos de los vapeadores, incluyendo la adicción a la nicotina y la presencia de sustancias cancerígenas.
La aprobación de esta ley representa un paso adelante en la protección de la salud pública en Colombia, especialmente entre los más jóvenes, y establece un precedente importante en la regulación de dispositivos que, hasta ahora, habían escapado al escrutinio regulatorio adecuado.
