En un acto de amor profundo y decisión compartida, Dries van Agt, exprimer ministro de Países Bajos, y su esposa Eugenie Krekelberg, eligieron finalizar sus vidas a través de la eutanasia, tomados de la mano, marcando un final poético a su unión de 70 años. Esta elección, que se llevó a cabo en su hogar en Nijmegen el pasado 5 de febrero, resalta no solo el vínculo indisoluble que compartían sino también la conversación en torno a la eutanasia y el derecho a decidir sobre la propia vida.
Van Agt, quien tuvo una distinguida carrera como político, diplomático y profesor, había experimentado un deterioro en su salud tras sufrir una hemorragia cerebral en 2019. Su esposa Eugenie, compañera de vida en cada paso, compartió su deseo de concluir su viaje juntos, en un acto de mutuo acuerdo y amor.
Países Bajos, siendo el primer país en legalizar la eutanasia y el suicidio médico asistido en 2002, permite este tipo de decisiones bajo estrictos criterios y la supervisión de especialistas. La historia de Van Agt y Krekelberg se suma a la creciente tendencia de eutanasias en pareja en el país, con un incremento notable en los últimos años, reflejando un cambio en la percepción social sobre la muerte digna y el final de la vida en condiciones de salud deterioradas.
La decisión de la pareja ha generado un profundo impacto en la sociedad holandesa y más allá, invitando a reflexionar sobre los derechos individuales, la dignidad en el proceso de morir y la complejidad de las decisiones humanas en los momentos más críticos. La historia de Van Agt y Krekelberg no solo es un testimonio de un amor inquebrantable, sino también un llamado a la empatía y comprensión frente a las elecciones personales al final de la vida.