La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha emitido un comunicado expresando su firme respaldo al presidente Gustavo Petro ante lo que han descrito como «amenazas de interrupción del mandato constitucional». Este pronunciamiento llega en un momento de creciente tensión política en Colombia, donde el presidente ha alertado sobre una posible ruptura institucional dirigida en su contra. La OEA ha hecho un llamado urgente a todos los actores políticos del país para que cesen intentos que puedan perjudicar el proceso democrático en Colombia, enfatizando la necesidad de preservar la estabilidad y la gobernabilidad constitucional.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, reiteró la importancia de garantizar que el presidente Petro, elegido en los comicios del 19 de junio de 2022, pueda completar su mandato iniciado el 7 de agosto del mismo año. Este apoyo de la OEA a la democracia colombiana resalta el compromiso del organismo con la defensa de los principios democráticos y los derechos políticos de los ciudadanos en la región.
Además, el comunicado de la OEA subraya la «vital importancia de nombrar un nuevo Fiscal General» en Colombia, destacando este paso como crucial para asegurar la certeza constitucional y política del país. La elección del fiscal general se ha convertido en un tema central de debate y controversia, reflejando las profundas divisiones en el espectro político colombiano.
Horas después de su primer comunicado, Almagro amplió su mensaje, enfatizando la necesidad de que las instituciones colombianas, incluido el Poder Judicial, operen dentro de un marco de respeto, paz y calma. Esta declaración adicional hace hincapié en la importancia de que las decisiones judiciales se tomen libre de presiones, reafirmando la autonomía judicial como pilar de la democracia.
Este pronunciamiento de la OEA llega en un momento crítico para Colombia, recordando a la comunidad internacional y a los actores nacionales la importancia de respetar y proteger la institucionalidad democrática. A medida que Colombia navega por estas aguas turbulentas, la mirada de la OEA y de la comunidad internacional permanece atenta, esperando que el país mantenga su compromiso con los principios democráticos y la separación de poderes.