Federico Gutiérrez Zuluaga, en una declaración firme, ha expresado su profunda preocupación por los eventos del 8 de febrero, describiéndolos como un «nuevo atentado contra las altas Cortes» y un día triste para Colombia. En su comunicado, Gutiérrez recalcó la gravedad de las acciones promovidas por el presidente Gustavo Petro, que, a su juicio, han propiciado una ruptura institucional preocupante.
«El 8 de febrero será recordado por la historia como el día en el que el presidente Gustavo Petro promovió un nuevo atentado contra las altas Cortes», afirmó Gutiérrez, evocando el doloroso recuerdo del asalto del M-19 al Palacio de Justicia en 1985, incidente que dejó un saldo trágico de 101 muertos, incluidos 11 magistrados. Es particularmente alarmante para Gutiérrez que Petro, quien en el pasado fue parte de esa organización al margen de la ley, hoy incite acciones que ponen en peligro la integridad de las instituciones democráticas del país.
El exalcalde de Medellín no dudó en calificar las acciones del presidente como «infinitamente más graves» que aquel atentado histórico, dada la posición de Petro como la máxima autoridad del gobierno. «Esas mismas puertas por las que entró el M-19 hace casi 40 años intentaron ser franqueadas ayer en un terrible acto de violencia», lamentó Gutiérrez, subrayando la ironía y la gravedad de la situación.
Refiriéndose a las palabras del presidente de la Corte Suprema, Yerson Chaverra, quien expresó que la democracia colombiana «queda en vilo» tras los recientes acontecimientos, Gutiérrez hizo un llamado a la reflexión. «El presidente debería cuidar la institucionalidad, no desgarrarla», enfatizó, recordando que cualquier acción violenta es preocupante, especialmente cuando es incitada por quien debería ser garante de la tranquilidad y seguridad nacional.
Gutiérrez extendió su total apoyo y respeto a la rama judicial, recordando los oscuros días cuando los jueces vivían bajo la sombra del miedo. «Hago un llamado a todos los sectores democráticos a estar vigilantes y no permitir por ninguna razón que quien debería liderar los destinos de nuestra patria la incendie y la convierta en cenizas», concluyó, evidenciando su compromiso con la defensa de la democracia y la institucionalidad en Colombia.