Nubia Stella Martínez, quien ha liderado el Centro Democrático durante los últimos siete años, anunció su renuncia a la dirección del principal partido de oposición en Colombia. La decisión fue comunicada directamente al expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quien Martínez expresó su gratitud por la oportunidad de dirigir el partido en un período marcado por desafíos significativos, incluyendo la pandemia de Covid-19 y la polarización política derivada del proceso de paz con las Farc.
En su carta de renuncia, Martínez reflexiona sobre su tiempo al frente del partido, destacando los retos y logros que acompañaron su gestión. Aunque deja su cargo como directora, Martínez asegura que continuará vinculada a los ideales y proyectos del Centro Democrático, dispuesta a contribuir en las áreas en las que su apoyo resulte beneficioso.
Su liderazgo coincide con un momento crítico para Colombia, enfrentando crisis, confrontaciones y la incertidumbre de un país en constante cambio. Martínez alaba la dedicación y el liderazgo de Uribe, subrayando su entrega por Colombia y su compromiso inquebrantable con los sectores más vulnerables de la sociedad. Su renuncia no solo marca el fin de una era dentro del Centro Democrático sino también el inicio de una nueva fase de compromiso personal con la restauración del prestigio de Uribe y la continuación de su labor por el país desde otro ángulo.
Durante su mandato, Martínez lideró el partido a través de seis contiendas electorales, incluyendo elecciones presidenciales, regionales y del Congreso, logrando la modernización y el fortalecimiento del Centro Democrático. Su gestión se caracterizó por la defensa jurídica, el fomento de relaciones con empresarios, el desarrollo de foros y eventos a lo largo del país, y la promoción de nuevos liderazgos entre jóvenes, profesionales y mujeres.
La renuncia de Martínez abre interrogantes sobre el futuro del Centro Democrático y el papel que seguirá desempeñando en la política colombiana. Mientras tanto, su compromiso de continuar apoyando los ideales del partido y su agradecimiento hacia Uribe y su familia por la confianza depositada en ella a lo largo de los años, subrayan una despedida marcada no por un adiós, sino por un cambio de roles dentro del espectro político que defiende.
