En una movida que marca un hito en la política exterior de Colombia, el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha anunciado la creación de nueve embajadas nuevas, incluyendo una posición destacada para Armando Benedetti en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Roma. Este anuncio, que refleja una ambiciosa expansión de la diplomacia colombiana, ha generado amplias discusiones en el ámbito político y mediático del país, especialmente dada la polémica salida de Benedetti de su previo cargo como embajador en Venezuela.
El Decreto 1882 de 2023, firmado por el presidente Petro junto a altos funcionarios del gobierno, busca no solo ampliar la representación diplomática de Colombia en el mundo sino también reforzar la plantilla del Ministerio de Relaciones Exteriores para «atender de manera adecuada y oportunamente las funciones que le han sido conferidas». Esta decisión, parte de una estrategia de modernización y fortalecimiento del servicio exterior, implica también el reajuste de la planta de personal con la creación de 116 nuevos cargos, incluidos los de las embajadas y adicionales de asesoramiento y especialización profesional en la Cancillería.
La designación de Benedetti como embajador ante la FAO, una entidad con la que Colombia busca fortalecer la cooperación para el desarrollo agrícola y la nutrición, ha suscitado especial interés. Su nombramiento llega tras una controversia que involucró su gestión como embajador en Venezuela y su posterior relación con figuras clave del Gobierno Petro, incluida la directora del DPS, Laura Sarabia. Este escenario ha revitalizado el debate sobre las dinámicas de poder y lealtad dentro del actual gobierno, evidenciando cómo las decisiones políticas y diplomáticas se entrelazan con la gestión interna del partido en el poder.
El decreto también detalla la eliminación de 11 empleos, compensados por la creación de 27 auxiliares de misión diplomática, 14 asesores y 10 profesionales especializados, delineando un ambicioso plan de expansión y especialización para el Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, la Procuraduría ha suspendido al ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, quien ha declarado que permanecerá en su cargo hasta que el presidente Petro designe un reemplazo, añadiendo una capa de complejidad administrativa y política a la implementación del decreto.
Esta expansión diplomática representa un momento significativo para la política exterior de Colombia, no solo por el aumento en el número de embajadas y la creación de cargos especializados, sino también por el mensaje que envía en términos de las prioridades y el enfoque del gobierno de Petro. La inclusión de Benedetti en este esquema refleja la intención del gobierno de aprovechar su experiencia y relaciones internacionales, a pesar de las controversias previas, para avanzar en los objetivos de política exterior del país.