Un reciente informe del programa Medellín Cómo Vamos ha revelado una situación alarmante: el 65% de la población migrante venezolana en el Valle de Aburrá vive en condiciones de pobreza. Esta cifra, que representa a 241.166 ciudadanos venezolanos, pone de manifiesto las dificultades que enfrentan en su integración y bienestar en la región.
La mayoría de los migrantes venezolanos, un 90%, lleva más de cinco años en la ciudad, lo que indica que son residentes permanentes en el Valle de Aburrá. Sin embargo, enfrentan barreras significativas que limitan su acceso a empleo y servicios educativos, exacerbando su vulnerabilidad.
El informe destaca que, mientras 7 de cada 10 venezolanos viven en estratos 1 y 2, la cifra para el resto de los habitantes de Medellín es de 5 por cada 10. Además, la mitad de la población venezolana tiene un ingreso per cápita menor a 480.961 pesos, en contraste con el promedio de 900.000 pesos para el resto de los habitantes de la ciudad.
La población venezolana en Medellín enfrenta mayores restricciones de acceso a servicios fundamentales como educación, salud o vivienda, lo que los hace más vulnerables que el resto de los habitantes. El informe de Medellín Cómo Vamos llama a las autoridades metropolitanas y regionales a adoptar un enfoque integral para promover la incorporación socioeconómica de los migrantes, sugiriendo medidas como la ampliación de plazos para regularizar el estatus migratorio, facilitar la convalidación de títulos y el crédito a emprendedores, e incluir en los procesos de oferta de empleo un mínimo de trabajadores migrantes.