En un histórico encuentro en las montañas de Samaniego, Nariño, el gobierno colombiano y el Frente Comuneros del Sur firmaron la hoja de ruta que guiará el proceso de paz en la región. La reunión, realizada en el corregimiento de Betania, marcó la primera sesión formal de la instancia para la co-construcción de paz, estableciendo un nuevo enfoque para las negociaciones.
Los delegados del gobierno, encabezados por Carlos Erazo, y los representantes del Frente Comuneros del Sur, liderados por Gabriel Yepes, alias «HH», se reunieron en un ambiente de diálogo y cooperación. Vestidos de civil y sin portar armas visibles, ambas partes formalizaron los ejes de trabajo presentados el pasado 19 de julio.
La sesión contó con la presencia de la Gobernación de Nariño, la Iglesia, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (Mapp-OEA) y un representante de la Embajada de los Países Bajos, subrayando el apoyo internacional y local al proceso.
Un enfoque innovador en las negociaciones
A diferencia de los tradicionales ciclos de diálogos, este proceso de paz en Nariño se caracteriza por su formato único. Denominado «Instancia para Co-construcción de Paz Territorial», el enfoque se basa en sesiones formales de trabajo y una comunicación más fluida, promoviendo un proceso continuo y adaptativo. La sesión inaugural, realizada en un solo día, simboliza el compromiso de avanzar de manera efectiva y práctica.
Tres ejes fundamentales para la paz
La hoja de ruta firmada hoy se estructura en torno a tres ejes fundamentales:
- Desescalamiento de la violencia: Incluye acciones concretas como el desminado humanitario, buscando reducir de inmediato los riesgos y daños a la población civil.
- Transformaciones territoriales: Enfocadas en la erradicación de economías ilegales, como el narcotráfico y la minería ilegal, promoviendo alternativas legales y sostenibles para el desarrollo económico de la región.
- Transición a la paz: Diseñada para facilitar la reintegración de los miembros del Frente Comuneros del Sur, asegurando su inclusión en la vida civil y productiva.
Carlos Erazo anunció la formación de equipos de trabajo especializados para cada uno de estos ejes, cuyos integrantes serán presentados en un evento en Bogotá los días 15 y 16 de agosto. Estos equipos serán responsables de implementar las acciones delineadas en la hoja de ruta, garantizando un enfoque coordinado y eficiente.
Apoyo y vigilancia internacional
La firma de la hoja de ruta contó con el respaldo de la Mapp-OEA y la Embajada de los Países Bajos, reflejando el interés y la vigilancia internacional sobre el proceso. La participación de la Gobernación de Nariño y la Iglesia también resalta la importancia del apoyo local y la cooperación interinstitucional en la búsqueda de una paz duradera.
Este avance en las negociaciones representa un paso significativo hacia la paz en Nariño, demostrando el compromiso de todas las partes involucradas para superar décadas de conflicto y construir un futuro de prosperidad y seguridad para la región.