El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha lanzado una dura crítica contra el Gobierno nacional, poniendo en riesgo la continuidad de las conversaciones de paz. En un comunicado emitido recientemente, la organización guerrillera acusó al Gobierno de incumplir los acuerdos alcanzados y de no tener seriedad en las propuestas de paz. «La paz no puede ser propiedad de gobiernos que no cumplen, es un derecho de toda la sociedad», afirmó el ELN, destacando una falta de compromiso del Ejecutivo en el mantenimiento del cese al fuego y otros compromisos acordados.
El origen de esta crisis se remonta a 2012, con las negociaciones iniciales bajo el mandato del expresidente Juan Manuel Santos. A pesar de algunos avances, el proceso se vio obstaculizado por desacuerdos y acciones violentas, incluida una bomba en la escuela de cadetes General Santander en 2019. Bajo la administración de Gustavo Petro, se realizaron ajustes para un enfoque de «paz con transformaciones», pero el ELN acusa al gobierno de no mostrar la voluntad de negociar de manera sincera.

El ELN destaca varios incidentes que han minado la confianza, incluyendo el envío de agentes de inteligencia para desmovilizar a miembros del grupo en Nariño, lo que consideran una violación del principio de buena fe. Además, denuncian que el Gobierno no ha cumplido con la exclusión del ELN de la lista de grupos armados organizados (Gao), a pesar de que solo requeriría una resolución presidencial.
La situación ha llegado a un punto crítico, con el ELN alegando que las Fuerzas Armadas han continuado sus operaciones ofensivas contra ellos, a pesar del cese al fuego acordado. Esta serie de incumplimientos ha llevado al ELN a cuestionar la viabilidad de continuar en la mesa de diálogo. La incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones plantea un desafío significativo para Colombia, que busca una solución duradera a su prolongado conflicto armado.