La Comisión de Apropiaciones en la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles un proyecto de ley que incluye una reducción significativa de los fondos destinados a Colombia para el año fiscal 2025. Este proyecto, liderado por el congresista Mario Díaz-Balart, presidente del Subcomité de Apropiaciones para las operaciones en el extranjero, prevé una disminución del 50% en los recursos para Colombia.
El proyecto de ley, que aún debe ser aprobado en la plenaria y luego homologado con el Senado, propone asignar solo 208 millones de dólares para Colombia, casi la mitad de los 410 millones aprobados en marzo de este año. Esta reducción se atribuye a la «creciente preocupación del Comité por las políticas del presidente Gustavo Petro» y su divergencia con los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos.
Díaz-Balart fue claro al expresar que el apoyo de Estados Unidos depende de la alineación de los países con sus intereses. «Si eres amigo y aliado de Estados Unidos, entonces hay respaldo. Pero si no lo eres o te alineas con sus enemigos, entonces este proyecto no te va a gustar», declaró.
La propuesta ha generado controversia. La congresista demócrata Bárbara Lee calificó el recorte como un error que tendrá consecuencias, argumentando que aislar a los que no están de acuerdo con Estados Unidos crea un vacío que otros rivales podrían llenar. Gregory Meeks, otro demócrata de alto rango, también expresó su oposición, destacando que Colombia ha sido un aliado importante y que es necesario seguir cooperando.
En contraste, el presidente del Comité, Michael McCaul, presentó un mapa que señalaba a los países liderados por gobiernos de izquierda, incluyendo a Colombia, como rivales de Estados Unidos. Esta visión fue desafiada por Brian Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, quien afirmó que Estados Unidos trabaja con cualquier gobierno que respete la democracia y haya sido electo por la mayoría de sus ciudadanos.
A pesar de la reducción propuesta, la administración de Joe Biden, representada por el subsecretario Todd Robinson, se comprometió a luchar por cada centavo de ayuda para Colombia. Robinson enfatizó la importancia de seguir trabajando estrechamente con Colombia para enfrentar problemas persistentes como el narcotráfico y la seguridad rural.
El debate sobre los fondos para Colombia se produce en un contexto de creciente preocupación por el aumento de los cultivos ilícitos y la entrada de drogas ilegales a Estados Unidos. La administración estadounidense ha señalado la necesidad de mejorar la interdicción, la seguridad rural y la persecución de las finanzas de los grupos criminales transnacionales como prioridades en su colaboración con Colombia.
