En un avance significativo para la administración del presidente Gustavo Petro, el Senado de Colombia ha aprobado la reforma pensional propuesta por el Gobierno, tras intensas negociaciones y debates. La reforma, que aún debe pasar por la Cámara de Representantes antes de convertirse en ley, busca una transformación profunda del sistema de pensiones en el país, con el objetivo de mejorar la cobertura y equidad del mismo.
Los cambios más notables incluyen la modificación del umbral para la cotización en el pilar solidario administrado por Colpensiones, que ahora será de hasta 2,3 salarios mínimos. Esta medida busca garantizar una mayor inclusión de los ciudadanos en el sistema de seguridad social. Además, se estableció que el Banco de la República gestionará un fondo que controlará este pilar solidario, una decisión que ha generado controversia entre los opositores al proyecto.
Uno de los puntos más discutidos es el destino de los ahorros de los colombianos. Con la reforma, se plantea que todos los trabajadores deberán cotizar a Colpensiones hasta el límite de los 2,3 salarios mínimos, mientras que para ingresos superiores podrán optar por fondos privados. Esta estructura mixta pretende equilibrar la seguridad del sistema público con la flexibilidad de los fondos privados.

Otro aspecto crucial aprobado en el Senado es el beneficio para las mujeres, quienes verán una reducción progresiva en el número de semanas requeridas para acceder a la pensión, ajustándose a 1.000 semanas y añadiendo 50 semanas por cada hijo, hasta un máximo de tres. Sin embargo, esta disposición ha suscitado preocupaciones sobre si podría resultar en un menor ahorro acumulado para ellas.
El último artículo clave discutido establece una vigencia de la reforma por al menos 40 años, comenzando a partir del 1 de julio de 2025. Este largo plazo asegura que las modificaciones en el sistema pensional perduren más allá del actual mandato gubernamental, buscando un impacto sostenible en el tiempo.
Aunque la reforma pensional aún requiere aprobación final en la Cámara de Representantes, el éxito en el Senado sugiere un camino probablemente menos complicado para su implementación definitiva. Este cambio representa un potencial hito en las políticas sociales del Gobierno de Petro, destinado a fortalecer el sistema de pensiones y, por ende, la calidad de vida de los futuros pensionados en Colombia.