El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha decidido convocar sesiones extraordinarias en el Congreso, que iniciarán tras el cierre del periodo ordinario el próximo 16 de diciembre, con el objetivo de avanzar en la aprobación de varias reformas clave que se encuentran en proceso legislativo. El anuncio fue realizado por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien destacó la urgencia de estos días adicionales para tramitar proyectos que aún enfrentan fuertes debates y oposición.
Entre las iniciativas que el Ejecutivo buscará concretar están la reforma laboral, la reforma a la salud y la jurisdicción agraria, esta última con mensaje de urgencia, cuyo debate ya inició en las comisiones conjuntas. Además, el Gobierno espera avanzar en la discusión de la controvertida ley de financiamiento, conocida como reforma tributaria, que ha generado tensiones tanto dentro como fuera del Congreso por el impacto fiscal y las críticas a la introducción de nuevos impuestos.
El ministro Cristo enfatizó que la agenda legislativa del Gobierno es “bastante intensa” y que los días restantes del periodo ordinario no serán suficientes para completar el trámite de los proyectos. Por ello, la convocatoria a extras resulta indispensable para intentar cumplir con las ambiciosas metas que se había trazado el Ejecutivo. No obstante, reconoció que no solo el tiempo legislativo juega en contra, sino también la falta de consensos en el Congreso, donde varias bancadas han manifestado su rechazo a las propuestas gubernamentales.
La relación entre el Gobierno y el Legislativo se ha tensado en las últimas semanas, especialmente tras los enfrentamientos públicos entre el presidente Petro y el presidente del Senado, Efraín Cepeda. Este último ha criticado duramente la ley de financiamiento, señalando que busca implementar más impuestos mientras el Ejecutivo ha sido ineficiente en la ejecución del presupuesto asignado para 2024.
La decisión de convocar sesiones extraordinarias refleja la desesperación del Gobierno por salvar una agenda reformista que se ha visto estancada por falta de apoyo político, críticas de los sectores productivos y el desgaste en las relaciones con el Congreso. Si bien estas sesiones representan una última oportunidad para avanzar en las reformas, también evidencian la debilidad de la coalición gubernamental y la creciente desconfianza hacia el manejo fiscal y político del Ejecutivo. La falta de resultados concretos podría marcar un duro golpe para la gobernabilidad del presidente Petro en el próximo año legislativo.