Tras la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, varios acusados por su participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 han solicitado retrasos en sus procesos judiciales con la esperanza de recibir un perdón presidencial. En su campaña, Trump expresó la posibilidad de otorgar clemencia a aquellos condenados por la insurrección, lo que ha motivado a algunos imputados a buscar aplazamientos de sus audiencias y sentencias.

Hasta la fecha, más de 1,500 personas han sido procesadas por su implicación en el ataque, donde cinco personas perdieron la vida y más de un centenar de agentes fueron agredidos. De estos, cerca de 1,000 han recibido sentencias y unos 650 cumplen penas de prisión. Entre los condenados figura Enrique Tarrio, líder de los Proud Boys, quien recibió una pena de 22 años por delitos que incluyen sedición.
Los tribunales han rechazado ya varias solicitudes de aplazamiento. Por ejemplo, Christopher Carnell, de 21 años, citó las promesas de clemencia de Trump en su petición, que fue denegada por el juez. Jaimee Avery, condenada por invasión de propiedad y a la espera de su sentencia, también solicitó un retraso argumentando la “posibilidad real” de que el próximo Fiscal General retire los cargos. No obstante, estas solicitudes han sido desestimadas hasta ahora.

Trump, cuya investidura está prevista para el 20 de enero, no ha especificado el alcance de las medidas de clemencia que podría implementar. La expectativa generada entre los acusados y sus defensores refleja la influencia política y judicial de la próxima administración en los procesos relacionados con el asalto al Capitolio.