Donald Trump ha sido elegido nuevamente presidente de Estados Unidos, tras obtener una victoria decisiva en el Colegio Electoral con 279 votos, superando el mínimo de 270 necesarios para asumir el poder. En una reñida contienda contra la vicepresidenta Kamala Harris, Trump logró un 51,2 % del voto popular con aproximadamente 70.8 millones de votos frente a los 63.4 millones de Harris, quien alcanzó el 47,4 %. La victoria confirma el regreso de Trump a la Casa Blanca, quien ocupó la presidencia entre 2016 y 2020 y vuelve ahora con promesas de reforzar su agenda de “América Primero”.
El resultado en varios estados fue clave para su éxito, logrando asegurar 27 estados y ganando un distrito en Maine, mientras que Harris retuvo 18 estados y el Distrito de Columbia. Los temas centrales que impulsaron la victoria de Trump incluyen su postura firme sobre inmigración, la seguridad fronteriza y sus propuestas para reactivar la economía, especialmente en estados donde el descontento con la administración demócrata fue evidente. El respaldo a Trump fue particularmente fuerte en los estados del “Cinturón del Óxido” como Michigan, Ohio y Pensilvania, donde atrajo a votantes afectados por el aumento de la inflación y las tasas de interés.
La victoria de Trump también trae consigo un posible cambio en la política exterior y económica del país. En su discurso de victoria, Trump mencionó su intención de renegociar acuerdos comerciales y reactivar los aranceles sobre productos chinos para proteger a las industrias nacionales. La reacción internacional ha sido diversa; mientras que líderes como el presidente de Argentina, Javier Milei, expresaron su disposición para colaborar con el nuevo gobierno estadounidense, otros países europeos han mostrado cautela ante la posibilidad de un nuevo ciclo de tensiones comerciales.
En Estados Unidos, la administración Trump tendrá el apoyo de un Congreso dividido, donde los republicanos han recuperado el control del Senado, lo que facilitará la confirmación de jueces y cargos de alto nivel, aunque el equilibrio en la Cámara de Representantes aún está por definirse. La agenda de Trump promete un enfoque duro en migración, con una propuesta para deportar a un millón de migrantes indocumentados en su primer año, medida que plantea enormes retos logísticos y éticos. Este nuevo mandato representa un punto de inflexión en la política de Estados Unidos, con repercusiones significativas tanto a nivel nacional como internacional.
