Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, reafirmó en una entrevista sus intenciones de implementar medidas drásticas en materia de migración, incluyendo la eliminación de la ciudadanía por nacimiento y la deportación masiva de inmigrantes indocumentados. Estas propuestas, que fueron pilares de su campaña, prometen ser temas altamente controversiales durante su nuevo mandato.
En su entrevista con Meet the Press de NBC, Trump reiteró que la ciudadanía por nacimiento, garantizada en la Constitución bajo la Enmienda 14, “se tiene que eliminar”. Afirmó que buscaría lograr este cambio mediante una acción ejecutiva, a pesar de las dudas legales y constitucionales que ello plantea. Este derecho, que otorga automáticamente la ciudadanía a cualquier persona nacida en territorio estadounidense, ha sido una política histórica en el país, especialmente significativa en el contexto de la migración.
El presidente electo también fue claro respecto a su intención de deportar a todos los inmigrantes indocumentados durante su administración, calificando esta acción como “necesaria”. Con millones de personas viviendo en Estados Unidos sin estatus legal, estas medidas podrían tener un impacto social, económico y político profundo, tanto para los migrantes como para las comunidades que dependen de su mano de obra.
Estas declaraciones se suman a sus propuestas de recortar la ayuda militar a Ucrania y condicionar la permanencia de Estados Unidos en la OTAN a mayores contribuciones financieras por parte de los aliados. En este sentido, Trump busca mantener su enfoque transaccional en política exterior, priorizando lo que considera intereses directos de Estados Unidos.
Las propuestas de Trump, especialmente la eliminación de la ciudadanía por nacimiento, representan un desafío directo al marco constitucional estadounidense y podrían desencadenar extensas batallas legales. Además, la deportación masiva de inmigrantes tendría repercusiones económicas significativas, afectando sectores clave como la agricultura, la construcción y los servicios, que dependen en gran medida de trabajadores migrantes.
En el ámbito internacional, sus declaraciones sobre Ucrania y la OTAN sugieren un enfoque más aislacionista, lo que podría debilitar alianzas históricas en un momento de creciente inestabilidad global. Si bien sus políticas están diseñadas para apelar a su base política, también corren el riesgo de aumentar la polarización interna y tensar las relaciones diplomáticas con aliados y socios comerciales. La implementación de estas propuestas será una prueba de fuego para la capacidad de Trump de transformar sus promesas en acciones dentro de un marco democrático y legal.