El Valle de Aburrá enfrenta una preocupante invasión de especies exóticas, como los caracoles africanos y de jardín, que este año han generado serios problemas en jardines, zonas públicas y riberas. Las autoridades del Área Metropolitana informaron que en el corrido del año se han recolectado cerca de 1.100 kilogramos de estas especies invasoras, tras atender más de 335 solicitudes de ciudadanos alarmados por la rápida proliferación de estos moluscos.
El caracol africano (Achatina fulica), originario de África oriental, y el caracol de jardín (Helix aspersa), introducido a Colombia en los años 70 con fines gastronómicos, han encontrado condiciones ideales para reproducirse en Antioquia, especialmente durante la temporada de lluvias. Luz Jeannette Mejía, líder de la unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana, señaló que se han sensibilizado a más de 2.100 personas para combatir la propagación de estas especies, promoviendo la corresponsabilidad ciudadana.
El caracol africano, además de su rápida reproducción, representa una amenaza para la biodiversidad y la salud pública, pues puede portar parásitos peligrosos para los humanos. Esta especie se alimenta de plantas, residuos animales e incluso escombros, lo que le permite sobrevivir en diversas condiciones. Las autoridades locales han intensificado las campañas de control, instando a los ciudadanos a no manipular estos caracoles sin protección y a reportar su presencia para que sean gestionados de manera segura.
El Área Metropolitana reitera que la erradicación de estas especies es clave para proteger los ecosistemas del Valle de Aburrá.