Colombia enfrenta una crítica situación energética debido a la sequía prolongada, lo que ha llevado al sistema eléctrico nacional a pasar de «vigilancia» a «riesgo». Ante la baja en los niveles de los embalses, que actualmente rondan el 49,45% cuando lo ideal sería entre 60% y 80%, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) y el Ministerio de Minas y Energía han activado el Mecanismo para el Sostenimiento de la Confiabilidad Energética, priorizando la generación térmica y renovable para mantener el suministro de electricidad.
Las plantas térmicas, que actualmente operan al 66% de su capacidad, deberán incrementar su producción hasta un 90% o incluso 100% para suplir la demanda. El objetivo es garantizar que los embalses puedan recuperar sus niveles de agua, al tiempo que se asegura el abastecimiento energético del país, sobre todo ante la llegada del último trimestre del año, cuando el consumo aumenta por la actividad industrial y las celebraciones navideñas.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, señaló que estas acciones permitirán gestionar eficientemente los recursos energéticos y evitar un posible apagón, aunque expertos como Javier Bustos han advertido que la activación del protocolo llegó tarde. El incremento de la demanda en días recientes, asociado a las altas temperaturas, ha elevado la preocupación, especialmente con la posible subida en los precios de la energía.
La situación no solo afecta la energía eléctrica, sino que también genera inquietud en torno al suministro de gas, según la Procuradora Margarita Cabello, quien alertó sobre la posibilidad de tener que recurrir a la importación, lo que podría aumentar significativamente los costos para los consumidores.
Colombia enfrenta un escenario complejo, donde el monitoreo constante y las medidas de emergencia serán claves para evitar una crisis energética mayor.