El escándalo por las interceptaciones ilegales a Marelbys Meza, extrabajadora doméstica de Laura Sarabia, ha tenido un nuevo desarrollo judicial con la condena de los primeros dos policías implicados. Alfonso Quinchanegua, intendente de la Policía, y la patrullera Dana Canizales, fueron sentenciados a 10 años de prisión domiciliaria tras admitir su responsabilidad en los delitos de fraude procesal, falsedad material en documento público y falsedad ideológica en documento público.
La sentencia fue dictada este 25 de septiembre por la juez 53 de conocimiento de Bogotá, y ambos agentes deberán además pagar una multa de 354 salarios mínimos legales mensuales vigentes. La investigación reveló que Quinchanegua y Canizales participaron en la creación de documentos falsos que justificaron las interceptaciones telefónicas de Meza y Fabiola Perea, también trabajadora de Sarabia, tras el robo de un maletín con 7.000 dólares en la casa de la entonces jefa de gabinete del presidente Gustavo Petro.

Los condenados fabricaron pruebas que vincularon a Meza con alias «Siopas», un líder del Clan del Golfo, y a Perea con supuestas actividades criminales bajo el alias de «La Madrina». Estas falsas acusaciones llevaron a la Fiscalía a interceptar las comunicaciones de ambas mujeres, sin fundamentos reales, en enero de 2023.
Este caso, que ha salpicado a figuras de alto perfil como Laura Sarabia y otros altos mandos de la Policía, como el general Luis Mauricio Ospina, continúa en proceso. Otros implicados, como el capitán Carlos Andrés Correa Loaiza y el patrullero Jhon Fredi Morales, enfrentan cargos similares a los de Quinchanegua y Canizales, mientras que el impacto político de este escándalo sigue creciendo en los círculos de poder.