El presidente Gustavo Petro se pronunció este martes desde Nueva York sobre la continuidad de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en medio de la incertidumbre que sigue al atentado del pasado 17 de septiembre en Arauca. El mandatario dejó claro que la continuidad del proceso depende directamente del grupo insurgente. “Depende de ellos, ellos son los que tienen el balón en sus pies, o se tiran la paz o la construyen”, afirmó Petro.
El atentado en Puerto Jordán, Arauca, en el que dos soldados murieron y 25 más resultaron heridos, puso en jaque las conversaciones de paz. El presidente había advertido que esta acción «prácticamente cierra un proceso de paz con sangre», recordando que el ELN ya había cometido actos similares en el pasado. El ataque fue reivindicado por la guerrilla en un comunicado, lo que generó un fuerte rechazo por parte de diversos sectores políticos.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el senador Iván Cepeda también expresaron su condena al atentado, reiterando que estos hechos demuestran que el ELN no está interesado en la paz de Colombia. Cristo fue enfático al señalar que «lo que tiene que hacer el Estado es perseguir a los responsables de este atentado», subrayando la necesidad de enfrentar a los violentos que aún afectan al país.
En paralelo, el Gobierno colombiano anunció días antes del atentado la autorización de diálogos con el frente Comuneros del Sur, una facción disidente del ELN. Según la resolución emitida, la mesa de diálogos busca alcanzar acuerdos para el desarme y la desmovilización, además de garantizar el respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.