La justicia argentina ha dado un golpe contundente al régimen de Nicolás Maduro al ordenar su arresto por crímenes de lesa humanidad, en el marco de un proceso por violaciones sistemáticas de derechos humanos en Venezuela. La Cámara Federal de Buenos Aires emitió la solicitud de captura internacional del presidente venezolano, en una decisión que incluye a 30 de sus colaboradores más cercanos, como el ministro del Interior y el poderoso dirigente chavista, Diosdado Cabello.
El fallo, respaldado por el principio de jurisdicción universal, fue emitido después de escuchar los testimonios de víctimas que denunciaron secuestros, torturas y desapariciones forzadas desde 2014. La orden de arresto fue enviada a Interpol para activar las alertas rojas que permitan su ejecución en cualquier país.
Esta decisión de la justicia argentina llega apenas horas después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ratificara una orden de captura contra el presidente argentino, Javier Milei, y algunos de sus funcionarios, como respuesta a los señalamientos de Argentina. Caracas los acusa de delitos como «robo agravado» y «simulación de hechos punibles», en lo que la administración de Milei calificó como una «acusación delirante».
La tensión entre ambos países ha escalado rápidamente, mientras que organismos como el Foro Argentino por la Defensa de la Democracia (FADD) celebraron la decisión, afirmando que «Maduro se convierte en un prófugo internacional» y que esto marca un paso crucial en la lucha contra la impunidad. La medida también coincide con la estrategia de Estados Unidos, que ofreció 100 millones de dólares de recompensa por la captura de Maduro.
