Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha declarado culpable de evasión fiscal en una corte de Los Ángeles. La decisión pone fin a un proceso legal que podría haber revelado detalles comprometidos sobre su vida personal. El juez ha fijado el 16 de diciembre como la fecha para dictar sentencia, y Biden enfrenta una posible condena de hasta 15 años de prisión y una multa de hasta un millón de dólares.
Hunter Biden, de 54 años, admitió no haber pagado 1,4 millones de dólares en impuestos durante la última década. Su vida de lujos, marcada por la adicción a las drogas y el uso de trabajadoras sexuales, ha sido objeto de escrutinio. La defensa de Biden había intentado llegar a un acuerdo con la Fiscalía para evitar el juicio, pero el acuerdo fracasó en el último momento.
El hijo del presidente ya había sido declarado culpable en un juicio anterior en Delaware por mentir sobre su consumo de drogas para adquirir un arma de fuego. En ese caso, enfrenta una sentencia de hasta 25 años en prisión.
El caso ha sido un tema controvertido, en parte porque ha atraído la atención de los opositores políticos de su padre, quienes han intentado vincular a la familia Biden con corrupción. La defensa de Biden argumenta que la evasión fiscal fue un descuido causado por su vida caótica y su adicción a las drogas, agravada por el trauma de la muerte de su hermano Beau en 2015.
Hunter Biden ha pagado los impuestos adeudados y las multas correspondientes, y su equipo legal había buscado un acuerdo para evitar la cárcel, pero no tuvo éxito. La controversia ha disminuido con la renuncia de Joe Biden a la campaña de reelección, trasladando el enfoque hacia la vicepresidenta Kamala Harris.
Hunter Biden, quien reside en Malibú y se ha presentado como un artista, afirma haber dejado las drogas y el alcohol desde 2019.