La reciente reunión entre la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Bello ha puesto en evidencia la preocupación por el impacto que el nuevo peaje Pajarito podría tener en la movilidad y economía del corregimiento San Félix. La controversia surge tras el anuncio de que la nueva caseta de cobro podría ubicarse en la vereda La China, un lugar que divide el corregimiento y afectaría gravemente a sus residentes.
El objetivo principal de la reunión fue proponer una ubicación alternativa para el peaje, sugiriendo el sector El Tambo, en los límites entre Bello y San Pedro de los Milagros, en lugar de La China. Esta medida busca evitar que el peaje interfiera con la economía local y los sitios de interés en San Félix, como los glampings y las áreas para la práctica de parapente, que son fundamentales para la actividad turística y comercial del área.
El secretario de Infraestructura de Antioquia, Horacio Gallón, expresó su desacuerdo con la concesión vial que administra el corredor, criticando tanto el desarrollo deficiente de la vía como el bajo nivel de inversión en mantenimiento. Según Gallón, la Gobernación solo recibirá 261 millones de pesos para el mantenimiento de 73 kilómetros en afirmado, una cifra que considera insuficiente para las necesidades reales de la infraestructura vial.
Además, tanto la Alcaldía de Bello como la Gobernación han solicitado a la concesión vial que se implementen medidas adicionales antes de permitir la construcción del nuevo peaje. Estas incluyen la provisión de recursos para el mantenimiento de la vía La Banca, que conecta Bello con sus zonas rurales, y la creación de una tarifa diferenciada para los residentes de San Félix que dependen del tránsito diario por el peaje para sus actividades laborales y educativas.
El alcalde encargado de Bello, Édgar Callejas, agradeció a la Gobernación por su colaboración en la búsqueda de soluciones que minimicen los impactos sociales, comerciales y turísticos del nuevo peaje. La decisión sobre la ubicación definitiva del peaje dependerá de la concesión vial, que debe considerar estos factores antes de proceder con la construcción.
Este conflicto pone de manifiesto las tensiones entre la necesidad de mejorar la infraestructura vial y las preocupaciones locales sobre el impacto en las comunidades afectadas, destacando la importancia de una planificación y comunicación efectivas en proyectos de gran envergadura.
