El paro nacional de camioneros, que comenzó hace varios días, ha dejado a Colombia en una situación crítica, con bloqueos viales y una parálisis total en varias regiones del país. En Bogotá, la movilidad se ha visto gravemente afectada, con 13 puntos activos de manifestaciones y al menos 10 estaciones de TransMilenio fuera de servicio. Además, corredores clave como la vía de acceso y salida por La Calera también se encuentran bloqueados.
En otras ciudades como Cali, Medellín, y regiones como Tolima, Huila y Cauca, las protestas se han intensificado, generando un impacto económico significativo. Según reportes preliminares, las pérdidas ascienden a miles de millones de pesos debido a la interrupción en el transporte de mercancías y la afectación directa a la cadena de suministro. El comercio y la industria se encuentran en estado de alerta ante la posible prolongación de la huelga.
La ministra de Transporte, María Constanza García, propuso un congelamiento temporal del precio del ACPM para aliviar la situación, pero los transportadores rechazaron la medida, exigiendo soluciones más contundentes. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro encabeza reuniones del Puesto de Mando Unificado (PMU) en busca de una salida a la crisis. La población sigue a la expectativa, temerosa de que la situación empeore si no se alcanza un acuerdo pronto.
El paro, que ya ha dejado millones de colombianos atrapados en medio de bloqueos y dificultades para desplazarse, amenaza con continuar indefinidamente, mientras los camioneros llaman a más conductores a unirse a la causa. La tensión en el país crece, y el riesgo de enfrentamientos se mantiene latente en varias zonas de conflicto.