En medio de la controversia por las elecciones presidenciales en Venezuela y la orden de captura contra el opositor Edmundo González, Nicolás Maduro ha anunciado un cambio significativo en las festividades navideñas. Durante su programa de televisión Con Maduro+, el presidente venezolano declaró que la Navidad comenzará el 1 de octubre, adelantando la celebración tradicional que se lleva a cabo el 25 de diciembre.
Maduro justificó el adelanto como un gesto de reconocimiento hacia los ciudadanos y un intento de traer «paz, felicidad y seguridad». La decisión se produce en un contexto de creciente tensión política y social en el país, donde las recientes elecciones han sido objeto de críticas y alegaciones de fraude.
El anuncio se suma a la orden de arresto emitida contra Edmundo González, quien, tras no presentarse a varias citaciones, está siendo investigado por supuestos delitos relacionados con la denuncia de fraude electoral. González, que ha proclamado su victoria en las elecciones de julio a pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) avalan la victoria de Maduro, ha insistido en que la voluntad del pueblo debe ser respetada.
El adelanto de la Navidad, en este contexto, parece ser parte de una estrategia para desviar la atención y promover un ambiente festivo en medio de la crisis política y social que enfrenta Venezuela.