El presidente Gustavo Petro ha vuelto a proponer la emisión de billetes por parte del Banco de la República para indemnizar a las víctimas del conflicto armado en Colombia. Aunque la propuesta pretende acelerar la reparación de más de 9 millones de víctimas, ha generado una fuerte controversia y oposición de expertos económicos y políticos.
Petro, a través de un mensaje en su cuenta de X, argumentó que la emisión de dinero permitiría asignar recursos directamente a las víctimas, aliviando así la carga del presupuesto nacional. El mandatario destacó que el costo total de la reparación, estimado en 334 billones de pesos, supera con creces los 2 billones de pesos anuales actualmente invertidos, lo que podría llevar 150 años completar el proceso con el ritmo actual.
Sin embargo, la propuesta ha sido recibida con escepticismo y preocupación por varios sectores. José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, calificó la idea como “mala” y “casi inviable”, argumentando que la emisión de dinero podría comprometer la política monetaria del país y aumentar la deuda. Por su parte, Fedesarrollo y la Universidad Javeriana advirtieron sobre los riesgos asociados, como el aumento de la inflación y la devaluación del peso, lo que podría encarecer el crédito y reducir el valor del dinero.
El exviceministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, también expresó preocupaciones sobre el impacto negativo que la propuesta podría tener en la percepción internacional de la estabilidad económica de Colombia. La emisión de billetes sin un respaldo económico adecuado podría generar una pérdida de confianza en la política fiscal del país.
Petro ha defendido su propuesta, argumentando que es una solución necesaria para cumplir con las obligaciones de reparación, y que sin esta medida, el país podría no ser capaz de indemnizar a las víctimas. Sin embargo, los expertos sugieren que alternativas como la utilización de recursos del presupuesto general podrían ser más adecuadas y menos perjudiciales para la estabilidad económica.
La propuesta del presidente reabre el debate sobre cómo enfrentar el desafío de la reparación a las víctimas del conflicto en Colombia, resaltando la necesidad de equilibrar la justicia social con la estabilidad económica.
