Kamala Harris, la actual vicepresidenta de Estados Unidos, ha sido oficialmente nominada como la candidata demócrata para enfrentar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024. En el último día de la Convención Nacional Demócrata, celebrado en el United Center de Chicago, Harris se dirigió a una multitud entusiasta y reafirmó su compromiso con las causas que considera cruciales para el futuro del país.
Durante su discurso, Harris prometió mantenerse firme en el apoyo a Ucrania en su conflicto con Rusia y aseguró que, de llegar a la presidencia, trabajará para lograr un acuerdo de tregua en Gaza. “Como presidenta, voy a mantenerme firme con Ucrania y con nuestros aliados de la OTAN”, afirmó, subrayando la importancia de la solidaridad internacional en un mundo cada vez más polarizado.
La candidata demócrata también se comprometió a reformar el sistema migratorio de Estados Unidos, calificándolo de “fracturado”. Harris anunció su intención de revivir la ley bipartidista de seguridad fronteriza y crear un camino a la ciudadanía para los millones de inmigrantes que viven en el país. “Podemos llevar con orgullo nuestra herencia como una nación de inmigrantes”, dijo, recibiendo una ovación de los asistentes.

Además, Harris no escatimó en críticas hacia Donald Trump, a quien acusó de ser una amenaza para la democracia estadounidense. “Donald Trump no es un hombre serio, pero las consecuencias de devolverlo a la Casa Blanca son extremadamente serias”, advirtió Harris, en un mensaje dirigido tanto a sus seguidores como a los indecisos que definirán el futuro de la nación en noviembre.
El discurso de Harris fue un llamado a la acción y un mensaje de esperanza en tiempos de incertidumbre, dejando claro que su candidatura no solo es una respuesta a las políticas de Trump, sino una propuesta de futuro para un país que enfrenta múltiples crisis.