El comercio organizado en Colombia continúa mostrando un débil desempeño, según reveló la más reciente Bitácora Económica de Fenalco. A pesar de un leve repunte impulsado por eventos como la Copa América y la Eurocopa, así como por la reducción de las tasas de interés, las ventas del sector permanecen estancadas. Solo el 24% de los empresarios reportó un aumento en sus ventas físicas en comparación con el año anterior, mientras que el 76% indicó que sus ventas fueron iguales o inferiores.
Las expectativas a corto plazo también reflejan la incertidumbre en el sector, con un 26% de los comerciantes optimistas sobre una mejora en sus negocios, mientras que el 19% teme un empeoramiento y el 55% cree que la situación permanecerá sin cambios. Las ventas de licores, bebidas no alcohólicas, aparatos de sonido y video, alimentos preparados y pasabocas mostraron un mejor desempeño, mientras que sectores como marroquinería y calzado enfrentaron dificultades.
A pesar de la esperanza de un repunte económico en el segundo semestre de 2024, los comerciantes están inquietos por las nuevas reformas propuestas por el Gobierno, incluyendo la reforma tributaria, las inversiones forzosas para los bancos y la reforma laboral que está en debate en el Congreso. Estas preocupaciones podrían afectar la confianza tanto de consumidores como de empresarios, lo que complicaría la recuperación económica del sector.

De acuerdo con datos del Dane, entre enero y mayo de 2024, las ventas del comercio minorista cayeron un 3,0% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además, reportes del sector automotor mostraron una disminución del 2,0% en la matriculación de vehículos nuevos entre enero y julio. Los sectores de artículos para el hogar, muebles, electrodomésticos y elementos para la remodelación del hogar han expresado su escepticismo sobre una reactivación económica vigorosa sin un impulso en la construcción y venta de vivienda.
La decisión del presidente Gustavo Petro de no retomar las jornadas de día sin IVA ha generado críticas entre los comerciantes, quienes consideran que estas jornadas no solo benefician a las productoras de tecnología extranjera, sino también a los fabricantes nacionales de ropa, calzado, y artículos para el hogar, entre otros. La situación actual del comercio en Colombia refleja un clima de cautela y espera, a la espera de decisiones gubernamentales que podrían tener un impacto significativo en el sector.