El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, advirtió que la actual crisis política en Venezuela podría poner en peligro los planes de importar gas desde el país vecino. Durante una reciente intervención, Bonilla destacó que la inestabilidad surgida tras las elecciones presidenciales en Venezuela complica los acuerdos previamente establecidos para la importación de este recurso energético.
La situación es especialmente preocupante dado el déficit de gas que enfrenta Colombia. Ecopetrol, la principal empresa petrolera del país, ya había alertado sobre posibles aumentos en el precio del gas debido a la escasez. Con reservas de gas proyectadas para apenas 6,1 años, según el último informe de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la necesidad de asegurar nuevas fuentes de suministro es más crítica que nunca.
Bonilla explicó que, aunque se había considerado Venezuela como un proveedor viable y más económico debido a su proximidad, las sanciones internacionales y la incertidumbre política han complicado esta opción. «Por ahora, tendremos que seguir importando gas con el precio del Golfo de México», señaló el ministro, refiriéndose a la necesidad de buscar alternativas más estables para satisfacer la demanda interna.
La situación subraya la urgencia de Colombia por diversificar sus fuentes de energía y garantizar la seguridad energética en medio de un escenario internacional cada vez más volátil. Mientras tanto, las expectativas sobre la normalización de las relaciones comerciales y energéticas con Venezuela quedan en suspenso hasta que se resuelvan las tensiones políticas y económicas en el país vecino.