El impacto del reciente accidente de una cabina de Metrocable en Medellín sigue resonando fuertemente en el Parque Arví. A poco más de una semana del incidente, los comerciantes locales reportan una dramática caída del 80% en sus ventas, una situación alarmante que amenaza la subsistencia de numerosos negocios en la zona.
El accidente, que generó temor entre los potenciales visitantes, ha reducido drásticamente el flujo turístico en el parque. Elkin Amed Rincón, representante legal de Mercado Arví (FUMDARVÍ), describe el panorama con cifras contundentes: “En un día regular, solo en el sector de alimentos, se podían vender entre $400,000 y $500,000 pesos. Ahora, apenas llegamos a los $100,000, y eso es una mejora comparado con la semana anterior, que fue terrible. En artesanías, muchos no vendieron un solo peso el fin de semana”.
Los esfuerzos de los comerciantes para atraer a los pocos turistas presentes, incluyendo la reducción de precios, no han sido suficientes para cubrir sus costos operativos. La situación es tan precaria que algunos no logran pagar a sus empleados, trabajando a pérdidas mientras esperan una mejora en el turismo.
Con la reapertura de la línea K del Metrocable, prevista para el 16 de julio, los comerciantes esperan un repunte en la afluencia de visitantes. Esta línea es crucial para el acceso al parque, ya que conecta con la estación Santo Domingo, donde se realiza el transbordo a la Línea L del Cable Arví. La esperanza también está puesta en la Feria de las Flores, un evento que tradicionalmente atrae a numerosos turistas y que podría ayudar a aliviar la crisis económica de los negocios locales.
Los comerciantes hacen un llamado urgente a la ciudadanía para que no dejen de visitar el Parque Arví, recordando que existen rutas terrestres seguras para llegar al destino. La continuidad de sus actividades económicas depende del apoyo de los visitantes, y cada visita puede marcar una diferencia significativa en la estabilidad de estas familias.
Esta situación pone de relieve la fragilidad del turismo local ante eventos imprevistos y la importancia de contar con estrategias de mitigación que protejan a los pequeños comerciantes de catástrofes similares en el futuro.
