En los departamentos de Boyacá y Santander, los campesinos están viviendo una crisis sin precedentes. A diario, más de 50.000 litros de leche se están desperdiciando debido a la falta de compradores, los bajos precios al productor y el exceso de inventarios acumulados. Los videos que circulan en medios regionales muestran a los agricultores derramando la leche en el suelo, desesperados por la falta de alternativas.
La situación ha sido exacerbada por la decisión de grandes empresas lácteas como Alpina y Alquería de reducir sus compras de leche cruda. Esta medida ha dejado a muchos productores sin un mercado para sus productos, lo que ha agravado la crisis. “Ya nadie quiere recibir la leche, ni las empresas ni las queseras, ya están con bastante producto acumulado. Los precios al consumidor están supercaros, y en el campo siguen bajando los precios”, dijo un agricultor afectado al medio regional 7N Noticias.
En el municipio de Cimitarra, Santander, la situación es igual de crítica. Fredy Mateus, presidente de la Asociación de Ganaderos del Magdalena Medio, afirmó que los productores están perdiendo diariamente más de 50.000 litros de leche. Mantener el negocio lechero en estas condiciones se ha vuelto insostenible, llevando a muchos a desechar la leche o dejarla para que los terneros la consuman.
La ahora exministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, intentó calmar la situación asegurando que el Ministerio está trabajando en nuevas medidas para garantizar la compra de leche a precios justos. “Ya están comprando leche con el fondo lechero para donarla a niñas y niños en áreas de recuperación nutricional, y el Fondo de Estabilización de Precios (FEP) en subastas. Están terminando de ajustarse medidas adicionales”, comentó Mojica.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) ha alertado sobre las graves afectaciones causadas por la reducción en las compras de leche por parte de las grandes compañías. Felipe Pinilla, presidente del gremio, señaló que desde febrero estas empresas han reducido el volumen de leche comprada en finca en hasta un 15%, lo que ha llevado a una caída del 17,3% en el precio pagado a los productores.
Las empresas procesadoras, agrupadas en la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche), han defendido su posición argumentando que los altos niveles de inventarios y la baja demanda de leche han forzado esta situación. No obstante, esta explicación no alivia la angustia de los productores, que ven cómo su sustento se derrama por el suelo.
Para muchos, la única solución a largo plazo es aumentar el consumo de leche en el país. Mojica subrayó la necesidad de un acuerdo para bajar el precio de la leche y hacerla más accesible a todos los colombianos. Sin embargo, este cambio requiere tiempo, mientras tanto, los campesinos continúan enfrentando una situación desesperada que amenaza con devastar sus medios de vida y la economía rural.